CRÓNICA DE UN “PUCHERAZO” ANUNCIADO
El objeto del presente escrito es manifestar y justificar nuestra
más absoluta indignación por el contenido del “Pliego de
Cláusulas Administrativas Particulares relativo a la contratación,
mediante procedimiento abierto (concurso) de la organización,
programación y gestión de los festejos taurinos del Coso de La
Misericordia de Zaragoza, durante las temporadas correspondientes a
los años 2007 y 2008”.
En primer lugar, consideramos que ni
existe procedimiento abierto ni concurso, ya que los requisitos
excluyentes exigidos que refleja el Pliego limita absolutamente la
participación a un número mínimo de empresas, y en último término,
limita la adjudicación a la anterior empresa licitante, “Toros
Zaragoza, S.L.”, como justificamos en este escrito. Se da la
paradoja de que la empresa que este año ha regido los destinos de la
plaza más importante del mundo, “Las Ventas” de Madrid, no cumple
los requisitos mínimos para poder licitar a la Plaza de Toros de
Zaragoza, algo absolutamente inaudito e incomprensible.
Centrándonos en el análisis del
Pliego, en su cláusula primera, punto 2, establece un número de
festejos mínimos obligatorios, entre los que obliga a celebrar, al
menos cada dos temporadas, una corrida concurso de ganaderías.
Suponemos que este carácter bianual de este festejo está escrito al
dictado de “Toros Zaragoza, S.L.”, que ya manifestó su interés en
alternar este festejo entre San Sebastián y Zaragoza en próximos
años. Igualmente nos consta, a través de algún ganadero, que ya les
solicitaron, antes de finalizar su contrato, la reserva de alguna
novillada y corrida de toros, asegurando que la plaza iba a ser
nuevamente para ellos.
En la cláusula tercera, se aumenta el
14% el canon de arrendamiento, cuando nosotros, como medida de
potenciación de un primer ciclo que siempre se alega es deficitario,
proponíamos rebajar dicho canon para favorecer la organización de un
primer ciclo más denso y de mayor calidad en los espectáculos
anunciados.
Como requisito excluyente, se exige
una experiencia en la explotación de plazas de toros de primera
categoría durante los últimos doce ejercicios. Nosotros proponíamos
que se valorase esa experiencia, pero de ningún modo que se
excluyesen con esta cláusula a numerosos empresarios que podían
aportar importantes dosis de imaginación y esfuerzo en el proceso de
licitación.
Consideramos que, en aras de un mejor
desarrollo de las ofertas técnicas, el plazo de 15 días naturales a
partir del anuncio, como fecha límite de presentación de las
ofertas, es muy escaso, lo que va en detrimento de dichas ofertas.
En cuanto a los criterios de
adjudicación, a los que hace referencia la cláusula décima, nos
parece lamentable que se limite el número de festejos taurinos,
pudiendo solamente ofertarse un festejo más de cada tipo como
máximo, teniendo en cuenta además la singularidad que la temporada
2008 puede tener en nuestra Plaza, habida cuenta de la celebración
tanto del bicentenario de Los Sitios de Zaragoza en la guerra de la
Independencia, como la Exposición Universal, que por cierto ni se
menciona en el Pliego, constituyendo otra carencia significativa y
negativa del mismo.
En cuanto a la puntuación de la
programación global de la temporada, se puntúa hasta 15 puntos, a
razón de 1 punto por cada corrida de toros que incluya un matador
entre los 15 primeros del escalafón en plazas de primera categoría.
Si el límite de corridas a ofertar es de 11, sólo se pueden obtener
11 puntos en este apartado como máximo. Si no ocurrirá como en el
concurso anterior, que se otorgaron 30 puntos a “Toros Zaragoza,
S.L.” al aportar compromisos de 30 ganaderías para corridas de
toros, cuando sólo había ofertado 11 corridas en total, algo
vergonzoso por parte de la mesa de contratación.
La programación de ganaderías se
puntúa hasta 15 puntos, siempre que hayan sido lidiadas durante las
cinco últimas temporadas en corridas de toros en plazas de primera y
segunda categoría organizadas por el licitador, a razón de 0,1
puntos por ganadería lidiada en plazas de primera categoría y 0,05
puntos por ganadería lidiada en plazas de segunda categoría. Otro
artículo más a medida de “Toros Zaragoza, S.L.”, que excluye del
concurso prácticamente a cualquier otro licitante, que obtendrá
mucha menor puntuación en este apartado. Además, si en este apartado
se puntúa la programación de ganaderías, ¿qué tiene que ver que las
haya lidiado el licitante en sus plazas o no? ¿Y qué me dicen de las
ganaderías que no han lidiado en plazas de primera por el motivo que
sea y que estemos deseando ver los aficionados en nuestra plaza?.
Con esta medida se está dejando la Plaza de Zaragoza en manos de la
“mafia” taurina, que controla el negocio de generación en
generación, sin dejar entrar a nadie en su “coto cerrado”, lo que
está llevando en muchos casos a la degeneración del propio
espectáculo taurino.
Lo de las cartas de compromiso,
además de ser “papel mojado”, ya que en el anterior concurso la
empresa adjudicataria incumplió sus compromisos con el beneplácito o
la inhibición de la DPZ y su diputado-delegado de la Plaza de Toros,
está convirtiéndose en una “guerra sucia” de la empresa “Toros
Zaragoza, S.L.”, que está obligando (con su “poder” en el planeta
taurino) a varios toreros y ganaderos a firmar esos compromisos en
exclusiva, bajo coacciones inadmisibles.
Se ha eliminado del pliego algo que
estábamos hace tiempo reclamando: la celebración de un festival de
carácter benéfico, similar al que a beneficio de ATADES se celebró
durante muchísimos años en nuestra Plaza para abrir temporada.
No entendemos que se insista en la
promoción de la Federación Aragonesa Taurina cuando, según ellos
mismos alegan, nunca han cobrado estos años lo ofertado, con la
inhibición de nuevo del señor diputado-delegado de turno.
Tal y como dice la cláusula décimo
cuarta, en su punto 2, “la globalidad de la oferta del licitador
que resulte adjudicatario se incorporará al contenido del contrato y
será de obligado cumplimiento, al igual que todas y cada una de las
cláusulas de este Pliego”, algo que estos años anteriores se ha
incumplido sistemáticamente, con la permisividad o inhibición del
señor diputado-delegado.
En todo el Pliego sólo se citan los
festejos populares en la puntuación, hasta 0,5 puntos de compromiso
de ganaderías aragonesas en los mismos, cuando nosotros proponíamos
precisamente abrir el abanico a otro tipo de ganaderías que
incentivase la competencia entre las mismas.
Nuestras propuestas tanto globales
como de baremación eran notablemente más positivas, imaginativas,
coherentes, serias, independientes, culturales, democráticas y
abiertas que las incluidas en el Pliego. No se ha hecho ni caso a
ninguna de nuestras propuestas. El Pliego es, políticamente,
deplorable. Estamos ante un “pucherazo” en toda regla. Como
aficionados estamos dolidos por la actitud prepotente y caciquil del
señor diputado-delegado, y por corresponsabilidad, del señor
Presidente de la DPZ. Un amplio sector de la afición taurina
zaragozana demanda, de manera inmediata, la retirada del Pliego
presentado y exige la realización de un Pliego que no sea
teledirigido, que de oportunidad a la imaginación y al trabajo de
los licitantes.
Consideramos que el señor
diputado-delegado de la Plaza de Toros de Zaragoza está cometiendo
un flagrante delito de prevaricación, un abuso de poder sancionado
por el Derecho Penal, que perjudica gravemente tanto al ciudadano
como a la administración. Existen innumerables indicios en este
proceso concursal que indican este hecho. Este concurso es una
pantomima, un fraude al ciudadano en general y al aficionado en
particular, una vergüenza inadmisible. De ninguna manera nos vamos a
callar. Exigimos nuestra participación activa en el devenir de
nuestra Plaza de Toros . Exigimos la creación de una Comisión
realmente interesada en el futuro de nuestra Fiesta, independiente,
plural, democrática y seria. Exigiremos cuantas responsabilidades,
por acción u omisión, se deriven de estos hechos. Por todo ello
solicitamos la inmediata destitución del diputado-delegado de la
Plaza de Toros de Zaragoza, o de lo contrario, será el propio
Presidente de la DPZ quien deberá asumir su responsabilidad por
consentir estos hechos.
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